miércoles, 29 de abril de 2015

Náyades del Escamandro

Hefesto tenía la costumbre de perseguir a las náyades que se reunían a disfrutar de la libertad de una desnudez sin escrúpulos en el nacimiento del río Escamandro, cerca de donde tenía su fragua. Jugaba a alcanzarlas sabiendo que era prácticamente imposible. En cierta ocasión incluso se cubrió con la piel de leopardo que había abandonado Hilas al ser raptado por las náyades cautivadas por la belleza del joven pero de nada le sirvió a Hefesto el burdo disfraz. Cuando no lograba su propósito apagaba la sed con un baño en el Escamandro sabiendo que por pertenecer al séquito de Zeus no sufriría ningún tipo de locura. Cualquier otro ser humano que se bañase en esas aguas consagradas a las náyades enloquecería sin remedio. En uno de sus escarceos se fijó en una náyade no por su belleza sino porque estaba absorta, descuidada, y podía se una presa fácil. Se acercó, sinuoso, a ella y en el momento en que le tocó la nívea piel se quedó petrificado, inmovilizado por el hechizo que permitía a las náyades en peligro inmovilizar a sus adversarios. Así, viendo cómo a su alrededor se consumía el día y la noche siguiente, estuvo Hefesto hasta que el centauro Quirón lo liberó entre sonoras carcajadas. Tal fue la rabia de Hefesto por haber caído en la red de la náyade que de un violento martillazo desvió el curso del Escamandro y el río se vio obligado a sumergirse en las profundidaes del monte Ida para enfriar la fragua de Hefesto. Después, de regreso al la espaciosa tierra corría veloz al encuentro de Simois con todo el deseo de un amante necesitado.

(http://irohe.blogspot.com.es/2011/05/las-encantadas-de-montijo.html)

martes, 28 de abril de 2015

La elección

La manzana para la más bella de las diosas. Paris estaba perplejo, no sabía ni el por qué ni el para qué. Paralizado, no se movió mientras a su alrededor se recreaban varias escenas que parecían salir de sus propios sueños: se vio sentado en un trono de diamantes rodeado de los dioses olímpicos celebrando un festín de néctar y ambrosía; se vio con el cetro en la mano y toda la llanura, hasta donde llegaban sus ojos, llena de hombres arrodillados ante su poder; se vio quitándole el cinturón del amor a Pandora antes de contemplar su desnudez y se vio cabalgando a lomos de una nereida. Sabía que cada visión era la ofrenda de una diosa y a quién correspondía cada una. Cerró los ojos lentamente e invocó al águila del destino que le acompañaba a todas partes y que era un regalo de infancia del centauro Quirón. El águila planeó con deleite sobre las cabezas de las vanidosas diosas y descendió arañando levemente con sus fuertes garras la piel de Afrodita. De la herida salió el ícor que concede la inmortalidad y al caer al suelo brotó de las profundidades de la tierra Simois. El riachuelo creció rápidamente convertido en río y alegre bajó por las laderas del Ida para unirse al Escamandro en la llanura frente a Troya. Afrodita se retiró victoriosa y ufana con la manzana en la mano. Y en la piel de la diosa se reflejaba el color verde aceituna.

(http://www.desmotivar.com/desmotivaciones/52122_la_manzana_de_la_discordia)

lunes, 27 de abril de 2015

La manzana.

Paris apacentaba el rebaño como de costumbre y en uno de los árboles del claro del bosque, florido como correspondía a la época, vio una manzana llamativa por su exagerado tamaño, por su color verde aceituna y porque en primavera la naturaleza no alimentaba a los frutos de los árboles. No pudo resistirse, se acercó y la cogió con interés. No pasó nada pero cuando le dio el primer mordisco aparecieron desde distintos puntos del bosque Afrodita, Atenea, Hera y Tetis. Esta última tenía este privilegio por haber pasado una noche con Dioniso y gracias a eso pudo participar en el certamen. Iris tapó con su suave mano la boca de Paris y dijo: "Esta manzana es para la más bella. Por ello compiten".    Paris no pudo hacer nada más, se quedó quieto, absorto con tanta belleza y pensando.

(http://www.forodefotos.com/naturaleza/10523-bosques-en-primavera.html)

domingo, 26 de abril de 2015

Un nuevo regalo

Hera, enfadada porque el trono de Zeus le dejaba en una posición de inferioridad, mandó difundir a los cuatro vientos a través de Hermes que quien le confeccionase un trono digno de la reina del Olimpo recibiría a cambio un don inolvidable e incomparable. Poco tardó la noticia en extenderse por todos los rincones de la tierra y del cielo. Poco tardó en aparecer en el Olimpo Prometeo con un trono para Hera. Le dijo que era único, elaborado exclusivamente con diamantes y la diosa se sentó complacida y exultante pero cuando intentó incorporarse no fue capaz de hacerlo poniendo de manifiesto el engaño de Hefesto. Apareció Hefesto ante Hera, su madre, orgulloso de haberla atrapado para vengarse del hecho de haber sido arrojado con desprecio del Olimpo y como artífice del trono reclamó algo que todos, dioses y mortales, deseaban: casarse con Afrodita. Hera tuvo que concedérselo para librarse de la prisión de diamante. Y aquella noche en la fragua de Hefesto nadie avivaba el fuego. Sin embargo, en los aposentos de los invitados Hefesto avivaba sin cesar el fuego de la pasión y Afrodita le acompañaba.

(http://sobreleyendas.com/2010/11/30/hefestos-y-afrodita-o-la-extrana-pareja/)

sábado, 25 de abril de 2015

En la muralla

Nadie se movía. Todo era quietud y tensa pausa, crepitar de los ojos en los que refulgía el brillo de las armas, una brisa inmóvil y la vista puesta en el horizonte. Apareció la primera nave con un toro bordado en la vela y el silencio se hizo aún más visible. El toro parecía resoplar.

(https://www.pinterest.com/bracamontesm/toros-de-lidia/)

viernes, 24 de abril de 2015

En el jardín de las Hespérides

Discordia se acercó al jardín de las Hespérides donde ella misma había plantado al principio de los tiempos el árbol de los dos frutos: las manzanas  de la dicha de un color rojo cinabrio y las manzanas de la discordia de piel verde aceituna. Tenía permiso de las ninfas para coger cuantas manzanas necesitase para calmar su corazón y donde faltaba una crecía otra. Cogió con deleite una manzana y la saboreó plácidamente en la boca antes de engullirla para calmarse. Cogió otra manzana verde aceituna -cosa que nunca antes había hecho- y se la guardó entre los pliegues de la túnica. Se despidió como siempre de las ninfas con una sonrisa y partió hacia el monte Ida.

(http://sobreleyendas.com/2010/12/15/las-hesperides-y-las-manzanas-de-su-jardin/)

jueves, 23 de abril de 2015

El silencio del monte Ida

Los llantos del niño recién abandonado en el bosque cesaron repentinamente cuando Agelao, un simple sirviente de palacio, regresaba por el camino de vuelta hacia Troya. Se apiadó del niño y lo crió ocultamente en una cabaña dándole por nombre Paris. Libre y sin ataduras se crió persiguiendo ninfas en el monte Ida hasta que, ya joven, derrochó todo su vigor con una de ellas, Enone, con la que se casó y compartió noches de vino y pasión. Otros conocen esta historia pero se la atribuyen a Alejandro. Lo cierto es que Paris pasó su juventud pastoreando en las laderas del Ida sin saber que allí mismo se reunirían los dioses en la imaginación de Dictis y de Dares. Porque en Creta también había un monte llamado igualmente Ida donde se creía que había nacido Zeus. Y el silencio del monte solamente podía presagiar alguna desgracia porque todos los dioses se hallaban celebrando las bodas de Peleo y Tetis y únicamente Discordia no había sido invitada y vagaba enfurecida por las cercanías del Ida. En la mente de la diosa se fraguaba la venganza y la venganza tenía nombre de mujer.

(http://www.tarotdeelisabetrojo.com/2011/02/la-diosa-venus-y-su-planeta-mitologia.html)

miércoles, 22 de abril de 2015

Las pecas de Afrodita

Dares el frigio se paseaba, como de costumbre, por el adarve y se quedó paralizado ante la visión de Afrodita aunque no era extraño que la diosa abandonase el lecho conyugal. Tenía la cabeza apoyada contra el muro defensivo y parecía meditar en las consecuencias del juicio de Paris. Se adormeció y Dares espiaba la escena con deleite. Un puñado de Líridas cayeron sobre su rostro como lluvia de oro y diminutas pecas se dibujaron en la tez ebúrnea. Desde entonces unas graciosas pecas adornan el rostro de Afrodita.

(m105.com.mx/noticias/noticias.php?dID=665717722)

martes, 21 de abril de 2015

La lira de Orfeo

Erurídice ya no pudo avanzar más desde el momento en que Orfeo volvió la vista hacia su amada para comprobar que salía detrás de él de la casa de Hades. Ella regresó al oscuro reino de los sin vida y Orfeo siguió sus pasos abandonando por amor el mundo de los vivos. Lo último que hizo fue arrojar con ira su lira lo más lejos posible, lejos de las eternas tinieblas. Y Zeus se apiadó de Orfeo convirtiendo a la lira en una constelación que acompaña a los amantes nocturnos. Cada vez que un enamorado fija sus ojos en Lira ésta entona una dulce melodía en recuerdo de Orfeo. Pero en ciertas ocasiones, cuando el cuco comienza a cantar, Lira no puede reprimir su desolación y deja caer unas lágrimas que algunos llaman Líridas. Y los amantes que son capaces de verlas abrazados saben que al año siguiente una lágrima brillante caída del firmamento recordará su amor. Esta noche las Líridas iluminarán a las naves troyanas y a los vigías de Troya. Yo, Dictis el cretense, doy fe de ello.

(http://www.proyectopv.org/3-verdad/mitosorfeeruricide.htm)

lunes, 20 de abril de 2015

El trono de Zeus

En el Olimpo todos los dioses estaban expectantes ante la llegada de Hefesto. Desde que había sido arrojado con desprecio de las alturas nunca había regresado a la mansión divina a pesar de las peticiones reiteradas de Iris y de Hermes. Las numerosas visitas del dios mensajero a la cueva de Hefesto tenían un fin, proporcionarle el oro con el que construiría el trono del rey de dioses. No le preguntaba de dónde sacaba el valioso metal aunque la relación con los bandidos era evidente ya que Hermes era para unos el patrono de los bandidos y maleantes en general pero para otros -por ejemplo para los Sintios que lo habían criado- lo era sin duda Hefesto. Cuando el preciado objeto ya estaba elaborado Hefesto lo llevó al Olimpo para admiración de todos y con una leve inclinación de cabeza se lo ofreció al padre de todos. Zeus lo recibió gustoso y al sentarse él mismo parecía de oro. Todo refulgía a su alrededor. Antes de abandonar la dulce morada Zeus le encargó otro trono de igual magnificencia para su esposa Hera. Asintió el burlón Hefesto al tiempo que se retiraba con irónica expresión en su semblante.

(http://classicgrandtour.com/2013/12/19/en-el-regazo-de-zeus/)

domingo, 19 de abril de 2015

Al anochecer

Caía la noche y los titanes acudieron en ayuda de Hefesto. Juntos trabajaron sin descanso el bronce, el estaño, el oro y la plata que abundaban en la cueva. El resplandor de la fragua bastaba para iluminar la estancia y con hábil destreza elaboraron un broquel, un yelmo coronado de penacho, las grebas y la coraza. Todo en una sola noche, desafiando al más hábil artesano. Y el resultado era impecable, asombroso, deslumbrante, digo de un héroe.

(http://portalmitologia.com/hefesto-el-dios-de-la-fragua)

sábado, 18 de abril de 2015

Recuerdo de infancia

Hefesto hizo un descanso en la elaboración del nuevo escudo y recordó por qué lo estaba haciendo: nunca agradecería suficientemente que Tetis y Eurínome hubieran amortiguado su dura caída al ser arrojado violentamente desde el Olimpo por su propia madre. Las dos nereidas habían utilizado los pliegues de sus cuerpos para que el repudiado patizambo cayese muellemente en el lecho marino. Y Hefesto se lo agradecería eternamente. Cuando Tetis acudió a su fragua lamentándose porque Aquiles había perdido a Patroclo y la armadura que ambos habían vestido, no dudó ni un solo momento en dedicar todo el tiempo necesario en la elaboración de las armas que darían a Aquiles la gloria. El ínclito dios del fuego y la forja recordó la árida tierra de la isla de Lemnos y la infancia entre los Sintios con quienes aprendió el arte de sobrevivir. Por ello a veces regresaba a la isla y avivaba en su interior el fuego de la rabia que le hacía vomitar lava. Al anochecer aún se aprecia en ocasiones, como testimonian muchos de los viajeros que por allí han pasado. Afirman también que cuando el dios visita la isla un rugido recuerda su rabia y mar y tierra se estremecen.


(http://www.wondergreece.gr/v1/el/Perioxes/Limnos/Gia_tin_perioxi/Poleis_Xwria/4527-Myrina)



El hallazgo de Vulcano en Lemnos, de Piero di Cosimo (circa 1495-1505)



jueves, 16 de abril de 2015

Despertar en palacio

El príncipe Héctor se separaba con cariño de los dedos de Aurora despidiéndose con sonrosados tonos. Y el sol de un nuevo día aparecía entre las colinas. Hefesto reanudó su trabajo en la fragua cincelando  unas escenas bélicas que ya le eran familiares: guerreros aguijoneando a los caballos, hombres  de pie firme aguardando la embestida de los carros, las lanzas cortando el aire en tiras de sangre, los escudos recibiendo el fiero golpe de las broncíneas espadas y los cadáveres amontonados en desorden en toda la llanura. Contrastaba con la pacífica calma que envolvía a Andrómaca en su lecho y con la placidez que cubría el sueño de Paris y Helena. Los príncipes troyanos saboreaban el placer de sentirse protegidos por Afrodita. Bajo su manto no temían a nada ni a nadie. Una algarabía madrugadora empezaba a llenar la ciudad mientras las puertas aún estaban abiertas. Y de todas partes llegaban campesinos que se convertirían en soldados, mercaderes que llegarían a ser hábiles arqueros y prostitutas que se quedarían para siempre en Troya. Los nobles se reunían a diario en el ágora para ejercitarse y Héctor no faltaba nunca a la cita. Príamo contemplaba orgulloso desde el balcón del palacio a su prole.

(https://geohistoriact.wordpress.com/tag/troya/)

miércoles, 15 de abril de 2015

Dictis en duermevela

Con el suave bamboleo de la nave dejando atrás el ocaso, Dictis intentaba hundirse en las profundidades de Hipnos pero no lo conseguía. Dejaba tras de sí la paz de Creta mantenida con tesón en las últimas cinco generaciones, después de conseguir la soberanía del comercio marítimo; dejaba atrás una familia a la que nunca se había sentido demasiado apegado; dejaba atrás infancia y juventud y se adentraba en el tenebroso mundo de la guerra. Todo lo que sabía hasta entonces del reino de Ares era lo que había conseguido memorizar en los festivales poéticos que se celebraban anualmente, literatura. Ahora, sin embargo, junto a Idomeneo descansaban los guerreros cretenses ataviados para la festividad bélica que excita los ánimos. Los miraba y veía la antesala del templo de la muerte con las colosales estatuas de Discordia y Tumulto flanqueando la puerta de entrada. No podía dormir. Ares se acercó silenciosamente a él y con un suave soplo en sus oídos le infundió valor. Miró al estrellado cielo y las estrellas compusieron en su memoria un melodía que le recordaba el dulce recitado de los aedos. Así, recitando de memoria verso tras verso se fue acercando al borde del acantilado que lleva al sueño. Aún no había comenzado su narración de la guerra de Troya, no sabía que el frigio Dares haría lo mismo dentro de Troya. Los dioses modelaban la voluntad de los humanos mientras jugaban al cótabo y el vino que se derramaba por el suelo se mezclaba con el caudal de los ríos Escamandro y Simois. Los troyanos bebían el agua regada con vino divino y celebraban una fiesta ininterrumpida en un día más aguardando la llegada de los aqueos.


(http://teruisenores.blogspot.com.es/2008_08_01_archive.html)


martes, 14 de abril de 2015

Noche troyana

Con los últimos rayos de luz se iba extinguiendo el bullicio desordenado que reinaba en la ciudad. Se estaban aprovisionando de todo lo necesario para un asedio que prometía ser largo. Dares descansaba acurrucado en un vano vacío pero no podía dormir porque en su imaginación se había celebrado una asamblea de dioses para repartirse los destinos de los mortales y una vez disuelta la reunión cada divinidad se regodeaba jugando con los vientos que dirigen a los hombres. Era el sonido malicioso del aire recorriendo las calles de Troya lo que no le dejaba dormir. Y una preocupación, ¿por qué una guerra tan solo por el oro?. Intentó transformar la preocupación en algún verso que se sometiese al yugo del rapsoda pero le fue imposible; la noche no cejaba en su empeño de mantener en vilo cuerpos y almas de hombres y de dioses. Únicamente Hefesto descansaba en brazos de Afrodita.

(http://110espanol.pbworks.com/w/page/58233208/Ellas%20y%20Ellos)

lunes, 13 de abril de 2015

Murmullos

Haiku:
Suave brisa
acariciándome
entre las hojas.


(laplantamedicinal.com/plantas-medicinales/ginkgo-ginkgo-biloba-l/ginkgo-biloba-planta-medicinal/)

Bóreas con sus alas invisibles traía noticias del norte: los pueblos vecinos estaban temerosos porque los saqueos y raptos amenazaban con llegar a sus fronteras. Noto había calentado el ambiente adelantando la primavera y los corazones ya se encendían al paso de la cuadriga de Ares. Céfiro entremezclaba el bullicio de los que avanzaban hacia Troya para refugiarse con el lamento de los que quedaban abandonados en las aldeas y con el silencio de las tierras baldías. Euro ofrecía el ritmo constante de los remos clavándose en el pongo como azadas en el surco. Y Eolo, orgulloso de sus hijos, disfrutaba de un festín de sensaciones acariciando las ramas de los árboles que crecían en torno a su templo.

domingo, 12 de abril de 2015

Dares en palacio

Se presentó Dares ante Príamo con los dones de rigor acompañando a los soldados de su territorio que se habían unido voluntariamente al rey troyano. Como era costumbre fue recibido con un sacrificio a los dioses y los augures en aquella ocasión dictaminaron que el oferente debía encargarse de elaborar una crónica de los hechos que iban a suceder y así le fue trasmitido por el propio Príamo. Todos era conocedores de sus técnicas de escritura y muchos habían acudido a su taller para aprenderlo aunque él era el maestro. Aceptó el encargo de buena gana sin saber que respondía al deseo de Hebe. Ya sabía cómo llamaría a su composición: De la gloria de Troya. Ahora sabemos que los copistas de su obra le cambiaron el título por otro más acorde: De la destrucción de Troya. Pero aún no había comenzado ni la destrucción ni la desesperación ni el sufrimiento ni la viudez ni la orfandad ni los ríos de sangre ni los festines de las aves con los cadáveres. De momento Troya bullía con los preparativos bélicos y de todas partes llegaban hombres cual moscas que en torno a la dulce miel se reúnen alborotando. Y la ciudad se llenaba poco a poco mientras los vigías, desde las atalayas, clavaban sus ojos en el horizonte en busca de las velas. Dactis comenzó a esbozar la genealogía mítica de Príamo.

(http://buscandobucardos.blogspot.com.es/2014/10/vuelta-menorca-cami-de-cavalls-dia-1-sa.html)

sábado, 11 de abril de 2015

A lomos del ponto

Haiku:

Mis canas al mar
para sus altas olas
prestan el blanco.


Y el canoso mar, dijo Homero, cabalgaba como un caballo desbocado. De todas partes se habían reunido las naves aqueas y se aproximaban a la playa más cercana a Troya llenas de esclavas, armas e ira. A sus ojos las murallas de la ciudad deslumbraban como un orgulloso titán alimentado de riquezas. De lomos del caballo desmontó Afrodita y se deslizó entre la espuma desnuda como un atleta esculpido por la mano de su amante. Se sentó en la playa esperando la llegada de las naves aqueas. Ella, Afrotita, en todo su esplendor se mostraba así cuando necesitaba poner las reglas del juego y en este caso la llegada de los aqueos iniciaría una guerra cruenta. De soslayo miró al palacio troyano donde Paris y Helena gozaban del placer del reposo amoroso y sonrió complacida.


(http://www.blogodisea.com/cielo-tierra-urano-gea.html)

jueves, 9 de abril de 2015

Ganimedes entre los dioses

Zeus presentó su presa a los dioses y diosas y todos se quedaron estupefactos por la belleza del joven que eclipsaba al propio Apolo. Convertido en el copero del dueño de rayos y truenos, Ganimedes recibía miradas de soslayo porque todos sabían que Hebe, la juventud personificada y divinizada en una misma figura, había sido desplazada y los dioses no olvidan las ofensas. Hebe descendió a la tierra y eligió a dos mortales para derramar sobre ellos su esencia y hacer que cada uno de ellos viviera tantas generaciones como hojas tiene un frondoso roble. A uno, a Dictis, lo encontró ensoñador en una nave próxima a Troya. Al otro, a Daris el frigio, lo encontró camino de Troya porque los heraldos ya habían anunciado la vecina llegada de las naves griegas. A ambos roció con el elixir que concedía la juventud y ellos sólo notaron que debían de narrar lo que vivieran a partir de ese momento. Ganimedes, entre sonrisas, llenaba la copa de su raptor antes de sentarse complaciente a su lado. Nadie se había percatado de la ausencia de Hebe hasta que apareció en el Ida y se sentó en silencio en un apartado rincón desde donde divisaba el pongo y las llanuras cercanas a Troya. Un rictus dibujado en su cara era la señal palpable del comienzo de la venganza: tanto Dictis como Daris escribirían la historia de la guerra de Troya e inventarían las historias de los dioses para aderezar la narración. Y ambos obedecerían los preceptos de la diosa por estar sometidos a ella. Ahora la historia de la guerra de Troya estaba en las manos de un cretense y de un frisio y los dos obedecían a los caprichos y deseos de Hebe.

(Hebe, diosa de juventud, de Antonio Canova / http://es.wikipedia.org/wiki/Hebe_(mitolog%C3%ADa)

miércoles, 8 de abril de 2015

El monte Ida

Desde las desnudas ventanas del palacio cretense se veía con nitidez la majestuosa silueta del monte Ida. Se decía que allí había había sido ocultado Zeus para salvarlo de la furia de su padre y en torno a Zeus se habían creado mitos y leyendas que poblaban el monte de dioses y diosas, semidioses y hasta algún héroe digno de compartir el néctar y la ambrosía. Con Dictis viajaba el nombre del monte que sería la residencia divina durante la guerra de Troya. Cuando el escriba vio las montañas que rodeaban a la imponente ciudad de Troya supo qué nombre tendría la residencia de los dioses que no tienen edad, Ida. Y en una de sus laderas Hefesto avivaba el fuego de la discordia que había hecho que los griegos atravesasen el ignoto pongo para llegar hasta la ciudad de murallas doradas. 

 (https://nihilnovum.wordpress.com/2009/12/15/)

Ganimedes apacentaba el rebaño con su gorro frigio y un gigantesco águila sobrevolaba al acecho. La diosa Mitra estaba ausente  y el planeo del águila cada vez era más bajo hasta que sus garras se clavaron en la piel de Ganimedes sin que este sintiera dolor. El rapto fue limpio, épico, artístico. La libertad fue raptada y el gorro frigio pasó a ser el símbolo de la libertad violentada. Algunas mujeres lo lucen con orgullo en las festividades.

(http://www.arteiconografia.com/2013/04/alegoria-de-la-republica-espanola.html)


martes, 7 de abril de 2015

Hacia Troya

Las naves en tropel surcaban el ponto e iban arrasando las islas y territorios que no se unían a la expedición. En muchas islas sólo quedaron los niños. También llegaron a Creta y de allí partieron con las naves cretenses al mando de Idomeneo. Entre los acompañantes regios estaba Dictis el cretense, escriba de palacio que tenía la orden de tomar nota de todo lo que sus ojos y oídos captasen desde el momento en que zarparan de Creta. Todos tenían la certeza de que la guerra que asomaba poco más allá del horizonte sería dura y cruel. Y nadie se equivocaba. Mecido por el suave oleaje de Céfiro el escriba esperaba a divisar las gigantescas murallas de Troya para comenzar su relato. En la espera las naves competían en velocidad a golpe de remo en una desenfrenada carrera hacia el destino. En las naves capitanas cada uno de los reyes enarbolaba su rostro ávido de sangre humana. Dictis intentaba ordenar en su mente las imágenes de un ingente ejército camino de la destrucción de Troya pero Céfiro llenaba con rápida suavidad las onduladas velas y el tropel no se dejaba someter a una imagen clara de modo que el escriba apartó el inocente cálamo y se dejó invadir por la brisa que le rozaba.

(http://candamo.eu/Naval/antigued/griego.htm)