Los llantos del niño recién abandonado en el bosque cesaron repentinamente cuando Agelao, un simple sirviente de palacio, regresaba por el camino de vuelta hacia Troya. Se apiadó del niño y lo crió ocultamente en una cabaña dándole por nombre Paris. Libre y sin ataduras se crió persiguiendo ninfas en el monte Ida hasta que, ya joven, derrochó todo su vigor con una de ellas, Enone, con la que se casó y compartió noches de vino y pasión. Otros conocen esta historia pero se la atribuyen a Alejandro. Lo cierto es que Paris pasó su juventud pastoreando en las laderas del Ida sin saber que allí mismo se reunirían los dioses en la imaginación de Dictis y de Dares. Porque en Creta también había un monte llamado igualmente Ida donde se creía que había nacido Zeus. Y el silencio del monte solamente podía presagiar alguna desgracia porque todos los dioses se hallaban celebrando las bodas de Peleo y Tetis y únicamente Discordia no había sido invitada y vagaba enfurecida por las cercanías del Ida. En la mente de la diosa se fraguaba la venganza y la venganza tenía nombre de mujer.
(http://www.tarotdeelisabetrojo.com/2011/02/la-diosa-venus-y-su-planeta-mitologia.html)
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